Capítulo7 Un golpe de suerte

No se si alguien lo espera pero aquí esta por fin el capítulo 7, no es muy emocionante pero era necesario para entender un poco mejor la historia espero que os gusteeeeee!!

Me despierto con mucha energía y decido que hoy iré a correr un rato. Me asomo a la habitación de mis padres y están durmiendo abrazados, se nota que se quieren.

Mi padre siempre a querido a mi madre con locura a diferencia de mí, me a costado mucho tiempo perdonarle pero después de todo lo que a pasado me e dado cuenta de que la odié sin comprenderla aunque yo también tenía excusa de porque era así con ella. Mi abuela murió cuando mi madre tenía 4 años por cáncer, le costó superarlo, según lo que ella me cuenta hay momentos en la vida en los que necesitas el amor materno, un abrazo, un consejo o tan sólo una sonrisa. Ella no tubo eso ya que ni siquiera su padre se lo dio. Él cayó en una enorme depresión y tardó muchos años superarlo pero cuando yo nací él volvió a estar completamente alegre y estuvo con mi madre intentando reparar todo el tiempo que no estuvo cuando mi madre lo necesitaba.Poco a poco se hicieron más inseparables hasta que yo tuve 7 años y él falleció por un derrame cerebral. Mi madre no lo superó y cayo en manos del alcohol. Ahí es cuando yo la odio. Llegar a casa y no poder dormir por que empieza a chillar como una loca por cualquier cosa, a llorar o simplemente a hablar. Hasta su voz me ponía nerviosa. Parece una exageración, pero no lo es. No podía contar con ella, sabía que si lo hacía me fallaría, lo había hecho muchas veces y cada día me sentía más distanciada de ella. Como mi padre trabajaba mi madre tenía que asistir a cosas que yo no podía hacerlo ya que era muy pequeña, si no, lo ubiera echo,por ejemplo una reunión en el colegio, ir al médico ... Pero no iba, simplemente me decía que estaba mala, que se encontraba mal,y era verdad, estaba enferma, era una adicta al alcohol y decidió la bebida antes que a mí. O eso era lo que yo me repetía cada día para que fuera más fácil odiarla. Poco a poco fui dándome cuenta de que ya no la necesitaba para nada. Con tan sólo diez  años había madurado había asumido que yo no tenía una madre normal y que no podía depender de ella. Mi padre fue el que siempre estuvo con migo todo lo que pudo y intentó convencerme de que mi madre no era así que tenía que comprenderla pero yo nunca llegue a entender por que. Aprendí a representar mi dolor mediante a cosas simples como el baile, la música, componer canciones me encantaba y cuando necesitaba contarle a alguien lo que sentía, mi rabia, mi dolor, todo lo que pasaba por mi cabeza simplemente me ponía a bailar. Sólo podía hablar con Gale sobre eso así que le llamaba casi cada día llorando y el siempre conseguía que colgara con una sonrisa. 

Con el paso de los años mi odio crecía y el muro que se creaba entre nosotras era más grande así que decidí ocupar todo mi tiempo posible en extra escolares y como mi padre trabajaba mucho no nos faltaba dinero así que investigando por las calles encontré un lugar donde hacían todo tipo de bailes, merengue, ballet, hip hop, funky...  Me apunté y me dijeron que podía ir a las clases que quisiera a cualquier hora, yo decidía, era perfecto.

Me fui haciendo hueco en el instituto, me hice amigos pero estaba pasando una edad un poco mala, ya tenía trece años y me alborote un poco, tuve una época de niña mala, no salía de fiesta por que no tenía la edad, tampoco me emborrachaba por que eso me hacia parecerme a mi madre y lo odiaba pero si que bebía, fumaba, me metía en muchas peleas precisamente la gran mayoría con Michelle, acabé siendo la "popular" por que la gané en las peleas y sin darme cuenta cada vez la superaba en más cosas en las que ella siempre fue la estrella, pero ese rollo no me iba y acabé haciendo mi propio grupo de amigos entonces pasó todo y me quedé sola. Un día cuando volvía a casa vi que mi madre estaba en el suelo y no podía respirar normal, parecía que se ahogara y eso era precisamente lo que hacía mi madre chillaba diciendo: " me ahogo", "no puedo respirar" asta que ya no podía ni hablar, intente levantarla mientras llamaba a mi padre que por suerte estaba cerrando un trato de trabajo a dos manzanas de distancia, así que cogí a mi madre, no pesaba nada por que no comía casi estaba fatal pero cuando salía por la puerta mi padre entro corriendo y se la llevó. Estuvo ingresada en el hospital bajo los efectos de los fuertes medicamentos casi un mes entero y le hicieron muchísimas pruebas y tenía muchos tubos por todos lados, algo que me impresionó, parecía estar muerta. No entendí muy bien por que fue pero se ve que fueron un cúmulo de cosas, unas pastillas que le receto el médico que con mucho alcohol tenían malos efectos y ella no hizo caso al médico, mucho tabaco que fumaba, y su mala dieta alimenticia. Me dijeron que estuvo muy cerca de morir y durante el tiempo que mi madre estuvo hospitalizada no nos separamos de ella en el tiempo que podíamos. Cuando ya le dieron el alta después de dos meses mi madre empezó a hablar con migo, a disculparse, la perdoné poco a poco, per la perdoné. Por un instante cuando estaba en mis brazos pensé que se había muerto y eso te cambia la vida. Mi madre no volvió ni a beber ni a fumar y cada vez nos llevábamos mejor, ahora ni nos separamos, me explicaba sus penas del pasado y de lo que se arrepentía por hacerme lo mismo que su padre le hizo a ella y yo le explicaba mis problemas de soledad y ella me comprendía  pero me decía lo mismo que mi primo me repetía tantas veces, que volviera a ser yo. Aunque a mi padre siempre le e visto feliz también tuvo una mala época pero mi madre estuvo para apoyarle, fue cuando mi abuelo se murió por cáncer de pulmón pero lo peor es que dos meses después la hermana de mi abuelo murió de cáncer también, parecía que esa enfermedad le había cogido manía a mi familia. Pero a ella le detectaron desde un principio que moriría en un mes pero a mi abuelo le dieron esperanzas y lo mantuvo en secreto para toda la familia siete meses. Pero un mes antes de morir se lo dijo a mi padre. El lo pasó muy mal pero tiene mucha fuerza de voluntad y lo superó rápido.

Mi padre y mi madre son muy alegres y les adoró por ello, siempre insisten en que salga con mis amigos, en que me vaya de fiesta, que me lo pase bien, lo se, lo normal es que me dijeran todo lo contrario pero me alegro de que sean así por que me parece que a partir de ahora va a ser así. Pienso empezar de nuevo.

Bajo corriendo las escaleras y me preparo un rápido pero completo desayuno, unos cereales un zumo de naranja y una manzana. 

Subo y me pongo ropa deportiva, aprovecharé en ponerme mis enormes pero cómodos pantalones y una sudadera también ancha porque las chicas no tardarán en cambiar "mi look" . Me hago una trenza al lado y vuelvo a bajar las escaleras.

Dejo una nota para que sepan que e salido a correr y tardare en llegar pero que me llevo el móvil.

Empiezo a correr y  me pongo los cascos. Este sitio es precioso, sin darme cuenta ya he llegado a la playa donde le dije ayer a mi primo en el coche que iría  y no estoy muy lejos  del rollang bridge, que exagerados que son, tampoco hay tanto trozo como para ir en coche aunque ahora que lo pienso cuando me doy cuenta ya llevo media hora corriendo y voy a un ritmo normal,no lento, tal vez no sean tan exagerados. 

Decido seguir corriendo en el paseo  que hay cerca  y cuando llevó un rato corriendo por allí  noto que la canción se para y suena un timbre un poco corto así que será un whatsap y efectivamente, veo que es mi primo:

-pequeñaja, esta noche salimos por que es el cumple de Peeta pero no le digas nada por que le hemos hecho una fiesta sorpresa un beso y te iré a ver luego.

Le estoy escribiendo la respuesta cuando de repente me choco con alguien, espera este aroma me suena y... Estos brazos... Miro hacia arriba y efectivamente es Peeta. Automáticamente mi corazón empieza a latir más rápido ante ese precioso azul absorbente. Y algo dentro de mi inevitablemente se alegra, a esto le llamo yo un golpe de suerte.